Las reuniones del grupo dan comienzo en Madrid este sábado, 1 de octubre, cuyas máximas son la esperanza y la ayuda mutua
Pilar, Carmen, Rafa, Rosalía y Nacho tienen muy pocas cosas en común. Ni siquiera viven en la misma ciudad: los tres primeros son de Valencia y la otra pareja, de Madrid. Lo que todos comparten, y que es lo que les une y reúne, es el fallecimiento de un hijo. No utilizan sus apellidos. Su orgullosa etiqueta es ser la madre de Pilu, los padres de Carmen, y de María.
Antes del verano de 2022, Rosalía y Nacho se cruzaron con Renacer donde la mayoría de personas lo encuentra todo: en internet. Hacía solo unos meses que María, su hija de 20 años, había fallecido y en su búsqueda de un imposible –cómo superar la muerte de un hijo– dieron con un grupo de padres de Valencia que habían formado la sede local de Renacer. Su filosofía está basada en Viktor Frankl y su logoterapia, que fue lo que Juan Vladimir, un padre de familia, empleó para fundar el grupo en 1988 en Argentina y volver a la vida y devolvérsela a otros padres que, como él, habían perdido a sus hijos.
No fue hasta el año 2000 cuando un uruguayo afincado en Barcelona trajo Renacer a España, cuando falleció su hija, y ahora estos grupos de padres que ayudan a otros padres están presentes por todo el país. Nacho y Rosalía, padres de María, son los fundadores del recién fundado grupo de Renacer en Madrid, que tiene su primer encuentro este sábado, 1 de octubre, en la capital.
Va a hacer un año desde que María, la hija de Nacho y Rosalía, les dejase, pero ellos se resignan a que su muerte sea lo que marque el recuerdo de su hija. «Si reduzco la vida de mi hija a un hecho concreto como es la muerte, entonces ¿qué me queda de ella?», dice su padre.
No les dieron ni recetas ni fórmulas mágicas, pero cuando llegaron a su primera reunión de Renacer recibieron un abrazo, y se estableció con todos los presentes un nivel de conexión y comunicación que iba más allá de las palabras. «No te dicen `sé cómo estás´, sino `sé dónde estás´», recuerda Nacho. Y vieron a otros padres volver a reír, volver a ser felices, seguir con sus muy cambiadas vidas, y supieron que ellos también podían.
«No nos une la muerte de nuestros hijos, nos une su vida», coincide este grupo de padres. Esto mismo es lo que les reúne para compartir su testimonio y con él sanarse a sí mismos y sanar a quién pueda estar en ese mismo lugar, algo oscuro y lleno de sufrimiento al principio, pero que con el tiempo se convierte «en la más bella historia de amor», según apunta Pilar, madre de Pilu, de Renacer Valencia, quien recuerda que la primera vez que volvió a bailar, miró al cielo y le dio las gracias a su hija.
La esperanza en que hay quien ya ha salido del duelo en el que otro puede estar inmerso y la ayuda mutua de compartir la experiencia propia son las bases de las reuniones. «Das con generosidad y te llevas esperanza», dice Rosalía. «Si esta gente ha salido, yo cómo no voy a poder», completa, Nacho.
No es solo salir, es volver a vivir, y de ahí lo de renacer. «Eres más consciente de tu propia vida, más consciente de que la propia muerte forma parte de nuestra vida», cuenta la madre de María sobre lo que añade el padre: «Ya hemos estado lo más cerca que podíamos de la muerte, que es la muerte de un hijo», pero ¿qué pasa después? ¿Cómo volver a encontrar sentido a una vida en la que tu propósito ya no está? «No voy a permitir que mi hija se convierta en mi verdugo, porque ella no querría, sino en mi maestra», confiesa Nacho.
En Renacer no se buscan los porqués, «porque la respuesta siempre es injusta», detalla Rosalía, sino el para qué. Estos padres buscan, y algunos parecen haberlo encontrado, la determinación de vivir, de volver a ser feliz, «y eso no significa que dejes a tu hija a un lado, que no sientas dolor, sino que celebrar su vida en su homenaje».
Fuente:https://www.eldebate.com/familia/20220930/renacer-como-padres-ayudan-otros-superar-muerte-hijo_63143.html
Renacer España.